La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.
Allá sobre los montes,
quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco,
hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?... Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.
Antonio Machado